Sonaba fuerte la música y los chicos se preparaban para las fotos.
Ana, buscaba al pequeño Joaquín, su hijo, y no podía encontrarlo entre la gente.
Había mucha gente en el salón, pero tampoco tanta cómo para que Joaquín desapareciera de su vista.
Habló con los padres de Laura, y ellos también buscaban a Joaquín.
Buscaron en todos los lugares posibles, pero Joaquín no estaba.
Las rejas del salón habían permanecido cerradas, para que los chicos no salieran. Todos eran pequeños y la calle estaba cerca. Ante el peligro, los anfitriones habían tomado esa precaución.
No había lugar dónde el niño, pudiera esconderse. Dieron vuelta todo buscándolo y nada.
De pronto Laura, la pequeña cumpleañera, habló en un tono muy fuerte diciéndoles, que no buscaran más a Joaquín, por que se asustaba. Que él estaba allí junto a todos, y que había salido en la foto con todos sus amiguitos.
La realidad era que lo buscaban desde el momento en que su madre, lo llamó para la foto y él ya no estaba.
En ese momento, Joaquín apareció de la mano de Laura.
__ ¿Dónde estabas hijo?__ pregunta su madre mientras lo abraza.
__Aquí mami, pero no podías verme por que estaba con mis amigos que vinieron al cumple de Laura.
No le creía al niño, ni entendía nada pero bueno, lo principal era que Joaquín apareció y estaba bien.
La cámara de los papás de Laura, sería la que develaría en parte el misterio…
Cuando los papás de Laura ven las fotos, se dan cuenta que el pequeño Joaquín si está, con todos los demás niños y otras personitas con orejas en punta y gorros graciosos, que nadie había visto.
Qué historia tan bonita. Los niños poco a poco van perdiendo su capacidad de ver.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermosa y tierna historia, donde solo los niños son capaces de ver más allá que los adultos.-
ResponderEliminarBesopoeta amigo para ti.- Antonio
Demasiado pronto perdemos los mayores la inocencia.
ResponderEliminarGracias guapa por tu comentario.
Un beso y buen finde.
Qué simple y hermoso¡.. Sin rebusque de palabras o situaciones,
ResponderEliminarun desenlace misterioso y con toda la fantasía de lo infantil...
Muy bien logrado, amiga. Un beso. EMILIO PABLO
Es como digo... En sus escritos el escritor deja su huella digital...Escribes con la misma dulzura conque vives... Muy bonito además. EMILIO PABLO
ResponderEliminaruy....da un poco de miedo...jejjee..
ResponderEliminarsera que los duendes existen?
no sé...
bonito relato...
saludos...¡¡¡¡¡
:-)
Pero qué bonita historia, Te encuentro tanto en los Foros y hoy me propuse visitarte.
ResponderEliminarTe dejo mis aplausos.
Cielo continúa escribiendo con tanta ternura
Amalia
Gala Grosso
Que hermoso todo lo que escribes!!
ResponderEliminargracias por compartirlo.Un fuerte abrazo desde Uruguay.
Eudoxia
Amiga...que linda historia, me encantan los duendes y yo los encuentro tiernos, al igual que tu....besitos
ResponderEliminarhermosa historia moni los niños ven lo que nosotros no alcanzamos a ver un besito- feliz dia de la madre si lo festejan muackkkk
ResponderEliminarEsos duendecillos existen y muchas veces nos gastan bromitas a los mayores que perdimos la capacidad de verlos y así se vengan un poquito de que perdimos la encantadora inocencia de la infancia.
ResponderEliminarMuy lindo relato Yeruti, un beso.
Fue un placer descubrir tu bello Blog y disfrutar de la lectura de este entrañable cuento. Volveré por aquí. Un fraternal abrazo
ResponderEliminarRoberto